viernes, 10 de julio de 2015

CONSEJOS PARA UN VERANO SIN ALTERACIONES DE LA SALUD VISUAL

Como cada año, cuando el calor empieza a apretar y las radiaciones solares se intensifican,  desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia (COORM), no cesamos en alertar sobre la necesidad usar alta protección solar para niños y adultos, para prevenir los efectos nocivos del sol sobre los ojos.

Durante el verano los desplazamientos a espacios al aire libre y la exposición a un mayor número de aguas como mecanismo de refresco durante la época estival, multiplican los riesgos para la salud ocular.

El incremento de las radiaciones solares y mayor tiempo al aire libre pueden ocasionar daños irreversibles en la visión y en los párpados en riesgo de desarrollar ciertas enfermedades oculares por la multiplicación, debida a las altas temperaturas, de distintos microorganismos patógenos.

Para extremar la protección de los ojos, lo más aconsejable es poner gafas de sol y gafas de piscina homologadas, evitar una exposición prolongada a aparatos de aire acondicionado y visitar a tu especialista de la visión.

No en vano, numerosos estudios han demostrado que la acción regular de los rayos UVA (los que provocan el envejecimiento cutáneo) y UVB (los causantes del eritema solar, es decir, las quemaduras) sobre los ojos puede elevar el riesgo de sufrir cataratas a largo plazo, además de otros muchos problemas.

Afortunadamente, aunque nunca hay una garantía del 100% de tener algún problema ocular debido a la exposición de las radiaciones solares, la protección es bastante fácil. Lo primero es pasar por un examen visual completo para descartar cualquier anomalía y dejarse aconsejar por el óptico-optometrista, sobre la gafa de sol más adecuada para la actividad que queramos realizar con ellas. En el caso de necesitar corrección óptica también se pueden graduar. Adquirir la gafa de sol en establecimientos sanitarios de óptica nos asegura que la gafa de sol que vamos a usar es de calidad y está homologada y bloquea el 100% de la radiación UV. El uso de las gafas de sol es recomendable durante todo el año, también en días nublados.


La baja humedad y el calor contribuyen a aumentar la evaporación de las lágrimas, resecando el ojo. Lo mismo ocurre con el aire acondicionado. La sequedad ocular ocasiona picores, ardor, visión borrosa, sensibilidad a la luz y sensación de arenilla en el ojo. El oftalmólogo deberá descartar la aparición de alguna infección y en su caso poner el tratamiento más adecuado. En el caso de sequedad puede ser beneficioso el uso de lágrima artificial, pero siempre bajo recomendación de un especialista.

Frente a los riesgos asociados al verano recomendamos una serie de consejos a la hora de cuidar los ojos durante el periodo estival:

  • Usar como protección solar gafas homologadas y garantizadas. Unas buenas gafas para el sol deben cumplir estos requisitos:
        a) Contener en sus cristales filtro total de rayos UV.
b) Atenuar la claridad para evitar la incomodidad de exceso de luz.
c) No deben alterar la visión real de las formas y los colores.
d) En la playa o la montaña es interesante apostar por unas gafas polarizadas, lentes que poseen un filtro especial que bloquea la luz reflejada y permiten una visión sin reflejos. También muy aconsejables para la conducción.


  • Utilizar un sombrero, gorra o visera y protector solar.
  • Es recomendable mantener una correcta humedad en el ambiente (entre un 40-70%). Las lágrimas artificiales pueden ser útiles en determinados casos, ya que refrescan y calman las molestias oculares leves.
  • Nunca debemos frotar los ojos si nos ha entrado arena de la playa a los ojos ya que puede dañarlos.
  • Como medida de precaución es recomendable el lavado de los ojos con suero fisiológico o lágrima artificial al volver de la piscina o la playa. Mantener una buena y periódica higiene de ojos y párpados es fundamental para evitar riesgos.
  • No bañarse en espacios públicos si se tiene algún tipo de infección ocular.
  • No se recomienda abrir los ojos bajo el agua durante baño en lugares sin acondicionar, como ríos o pantanos, aunque esta sea potable.
  • Los usuarios de lentes de contacto deben extremar sus medidas de higiene ocular limpiando sus lentes y estuche con mayor frecuencia. Se recomienda evitar su uso en lugares de riesgo. Si eres usuario y tienes alguna duda sobre el uso de tus lentillas consulta a tu óptico-optometrista.
  • En la piscina, no olvidar unas gafas de natación para evitar posibles infecciones. Si usas gafas o lentillas, consulta a tu óptico-optometrista sobre la posibilidad de graduarlas.
  • No descuidar el ejercicio físico y  la alimentación sana y completa,  son importantes los alimentos antioxidantes. La vitamina A, C y E son fundamentales para la visión.
  • Descansar las horas necesarias.

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